viernes, 11 de septiembre de 2015

ENTREVISTA CON SERGIO GALARZA


Hoy viernes se publicó en el diario Expreso la entrevista que le hice al escritor Sergio Galarza (ampliar la foto en JPG para leer la versión impresa). La versión completa de la entrevista la publico en este blog.

SERGIO GALARZA HABLA SOBRE "CUENTOS PARA BÚFALOS"

"Los escritores necesitamos apartarnos de la manada"


-Como escribe en la nota que prologa el libro, la familia y el desarraigo son los temas que dan unidad al conjunto de cuentos. En ese contexto, ¿cuál es el sentido del título del volumen?
El título no está sólo relacionado con la idea que Bolaño sostiene en el epígrafe, que tiene su mejor ejemplo en Sensini, el primer cuento de Llamadas telefónicas. Quien ha visto documentales sobre animales sabe que si un miembro de la manada se aparta de ésta sus posibilidades de sobrevivir disminuyen. Los escritores necesitamos apartarnos de la manada en algún momento. Yo al menos creo en la experiencia como una fuente narrativa. Por eso me fui de Perú, quería conocer más países, ver de cerca los cuadros que admiraba en una enciclopedia en la biblioteca de mis viejos, enfrentarme a algo nuevo que me pusiera en situaciones límite. Creo que lo he conseguido, pero he vuelto a la manada, ahora soy padre de mellizos y es de lejos la experiencia más salvaje y alucinante que se puede vivir. Esto se parece a estar de pie en una cadena de montaje veinticuatro horas al día, con la diferencia de que uno trabaja a gusto y los jefes, mis hijos, me hacen sonreír.

- “Idaho en el corazón”, “Sad songs from Idaho” y “El Maestro A.A.” se distinguen de los otros cuentos seleccionados porque el elemento autobiográfico parece ausente. ¿Son un homenaje literario al artista de culto, refugiado en el casi anonimato? ¿Son historias absolutamente ficticias?
Esas tres que mencionas son las historias que tienen menos asidero en mi experiencia. Me gustaban ciertas atmósferas y paisajes, pero no sabía qué hacer con ese material. No había un hilo narrativo, sólo escenas que había contemplado. Entonces apareció el fantasma de esos artistas que se pierden por razones que no llegamos a comprender. Los tres son un homenaje a eso que llamamos One hit wonder, ya sea en la música o en la literatura. Aunque hoy se venera el éxito, a mí me sigue atrayendo el misterio que encierran ciertos fracasos. El éxito puede servir como ejemplo para las escuelas de negocios, no para un escritor. No se escribe pensando en los libros que uno venderá, hay que hacerlo como si estuvieras a punto de ser fusilado y tuviera una última palabra de despedida.

-En cuentos como “Al borde del borde” hay una toma de posición del narrador a favor de cierto “malditismo”, cierta devoción por “el lado oscuro”. ¿Esta afinidad es solo literaria?
Siempre tuve una gran debilidad por moverme en ciertos ambientes. Cuando era joven y gracias a un amigo podía ir a conciertos y fiestas quería llegar hasta el backstage para saber qué se cocinaba allí. Fue una época intensa y luego vi cómo algunos amigos se perdían en esas noches que nunca acababan. A veces recuerdo esos momentos, cuando íbamos a comprar droga o sobornábamos a la policía, y me pregunto por qué ese mundo paralelo, marginal, me atraía tanto desde pequeño. No he encontrado una explicación definitiva. Pero ya pasó esa época, lo cual no evita que me sigan interesando los personajes con biografías politoxicómanas, aunque eso tampoco basta, tiene que haber un añadido, el detalle que las separe del montón de huesos.


-La mayoría de cuentos incluidos participaron en concursos literarios sin suerte, aun así luego aparecieron en revistas. ¿Considera su publicación ahora en un libro una reivindicación o una ironía? ¿Sigue confiando en los concursos?

Publicar estos cuentos en un libro ha sido una casualidad. Mesa Redonda me pidió que le propusiera un libro. Se me ocurrió devolver estos cuentos a su origen porque en su mayoría formaron parte de algún manuscrito rechazado y con el tiempo acabaron como la leyenda de Tupac Amaru. Respecto a los concursos, hay que aprender a concursar. Antes de enviar un cuento hay que leer los ganadores de ediciones pasadas y ver si el jurado es el mismo de siempre. Si se trata de señores que premian historias regionales yo no tengo nada que hacer allí. Porque así como hay concursantes profesionales, también hay jurados profesionales, lo que he llamado la burocracia literata, narradores y poetas que reparten premios de cuantía importante entre sus conocidos, que a su vez les devolverán el favor. Pero no son premios que suenen como el Herralde o el Alfaguara. Digamos que es la Segunda de la literatura en España. Para ganar en Primera necesitas un buen agente y tener una presencia mediática importante o ser una promesa que asegure las ventas. Esto es así, que nadie se engañe.
 


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